AMOR
viernes, 4 de noviembre de 2011
contrario a la guerra es el AMOR y lo contrario al amor no es el odio, es el MIEDO.
¿Qué
es el amor?: El amor es una relación, y toda relación es un misterio,
un misterio que sucede, por ejemplo, entre dos personas, un misterio que
depende de ambas personas. En ese encuentro donde se crea un nuevo
universo, en ese encuentro donde los fenómenos se suceden y donde se
intercambian y se transforman ambas personas.
Una
nueva cosa ha sucedido. Una mujer existe como tal cuando nace un niño.
En ese momento, ese instante, nace una madre. Y lo mismo sucede cuando
una mujer se transforma en amante. Ya no es la misma mujer. Algo
absolutamente nuevo empieza a suceder.
Cuando
dos personas se encuentran son dos mundos que se encuentran y es algo
tremendamente complejo. Cada persona es un mundo en sí misma, un
misterio complejo a lo largo de su pasado y de su eterno futuro.
Esta
relación, en un principio se encuentra en la periferia. Si crece
llegará a la intimidad, se volverá más profunda. Si tú estás en tu
centro y la otra persona está en su centro, esas dos centros comenzarán a
acercarse cada vez más y comenzará algo que llamamos AMOR, y que es lo
contrario a la guerra.
Cuando
el encuentro es periférico podemos decir que sólo somos simples
conocidos. Podemos tocarnos, incluso podemos tener sexo, pero será desde
los bordes, aquello es “un conocido”. Sabemos muchas cosas pero no lo
llamemos amor. Ser conocido no es amor.
El AMOR es mucho más.
Llegar
a conocer a una persona en su centro es pasar uno mismo por un gran
cambio, una revolución interior profunda, porque si quieres encontrar a
una persona en su centro tendrás que permitir, (y ese es el anhelo, el
pedido que todos y todas hacemos, el llegar a encontrar a esa persona
que nos ayude a resolver la vida y todos los agujeros y heridas que
tenemos, y que nos caiga del cielo).
Si
tu quieres una relación con una persona en su centro, es decir, que no
sea una relación periférica sino profunda tendrás que permitir que esa
persona también llegue a tu centro, para lo cual debes volverte una
persona vulnerable, abierta, y esto exige un gran riesgo, es peligroso
porque nunca se sabe hasta dónde esa persona podría hacerme daño al
conocer mis secretos más profundos, todo lo que hayamos ocultado durante
mucho tiempo, no solamente a los demás, sino a nosotros mismos y ahora
eso puede quedar expuesto, sería como salir desnudo/a a la calle; y ahí
es donde aparece el miedo, por eso no es muy fácil abrirnos, porque el
miedo toca directamente nuestra vulnerabilidad, nuestro sentimiento de
rechazo, de fracaso…, pensamos “me voy a exponer y después me van a
dejar”.
Lo
que escondemos es una idea de lo que hay dentro de nosotros, tal vez no
es bueno y, cuando me conozcan de verdad, tal vez nos van a
“abandonar”, por eso hay tantas personas que tienen ese mecanismo de
terminar las relaciones sin que haya sucedido antes nada que haga que
tenga que terminar la relación, gente que se queda en la periferia
porque es incapaz de profundizar en una relación, porque en el fondo ya
deja la relación, lo que está haciendo es dejarse a sí mismo a sí misma,
deja la relación antes de que la relación le deje, abandona antes de
ser abandonado, básicamente porque no quiere ser conocido/a. ¿Verdad que
esto nos suena?...
Hay
parejas casadas, hay amantes que llevan muchos años juntos y que sólo
son conocidos, que nunca han entrado realmente el uno en el otro; y hay
situaciones en las que cuanto más vives con alguien más olvidas que los
centros han permanecido desconocidos. Son amantes en la periferia,
aunque sean amantes de años, parejas que no saben nada el uno del otro.
Por eso tomemos como enseñanza que lo conocido no es amor.
Puede
que estés también haciendo el amor, pero también en la periferia. A no
ser que los centros se encuentren, el sexo resulta sólo el encuentro
entre dos cuerpos.
Sólo
el sexo es AMOR cuando ambos, en esa relación sexual, están en su
centro, en ese caso no solamente el sexo es AMOR, el SEXO ES SUBLIME, ES
ETERNO.
¿Y cuando permitimos que alguien entre en nuestro centro?:
Cuando dejamos de tener miedo.
Sólo
hay dos formas de vivir. Tan complicada que nos parece la vida y
podríamos diseccionarla en el bando de orientarla hacia el MIEDO o hacia
el AMOR, por lo tanto adentrémonos en la segunda enseñanza:
Lo
que decíamos al principio, lo contrario del amor no es el odio, es el
miedo. La persona orientada hacia el amor es alguien que no teme al
futuro, que no teme al que tiene junto a él o ella, que se abre, que se
expone, que se brinda, que se pone en sus manos, que no teme el
resultado ni las consecuencias, alguien que vive AQUI Y AHORA.
Dijo un maestro a su discípulo: No te preocupes por los resultados, es sólo tu mente orientada hacia el miedo.
Y
yo te digo: No pienses lo que sucederá a consecuencia de lo que hagas.
Permanece aquí, nada más y actúa total y absolutamente con todas las
consecuencias. No calcules, no planees, no hagas arreglos, no te pongas a
salvo. Toda tu vida se pierde de esta manera. Vive el momento, porque
lo demás es irrelevante. Si puedes estar en el momento, entonces podrás
estar en el AMAR.
La
tercera enseñanza: El AMOR es una rara flor que no siempre florece.
Sólo sucede cuando no hay miedo, nunca puede suceder antes. Y con esto
no solamente estamos hablando del amor de pareja. Estamos hablando de
cualquier clase de amor, estamos hablando de las relaciones, de los
contactos, de que las cosas salgan bien, y salen bien a partir del amor.
Cuando
no tienes miedo, cuando no hay nada que ocultar puede ser abierta,
retiras todas tus fronteras y puedes invitar a la otra persona a que
penetre profundamente en ti hasta tu centro mismo, y la otra persona
hará exactamente lo mismo, te permitirá penetrar también en tu centro,
porque cuando tú das el primer paso y permites que alguien entre en ti,
creas esa confianza, cuando no tienes miedo, el otro también se vuelve
libre y empieza a perder el miedo.
Cuando
una pareja tiene miedo aquello no es amor, es sólo un acuerdo entre dos
personas temerosas que dependen el uno del otro… luchando, peleando,
explotándose, manipulándose, controlándose, dominándose, poseyéndose,
teniendo sexo… Pero no es amor, están en la periferia.
Para
lograr el AMOR debes ABANDONAR EL MIEDO. Y si tienes tanto miedo es
porque no puedes ver que AMANDO NO TENEMOS NADA QUE PERDER.
No
hay nada que temer, nada que perder, no hay nadie en contra tuya, aún
cuando lo sientas, porque todo, absolutamente todo está en nosotros.
Meditemos
sobre esto: Te invito a que permitas que el otro entre en ti, a que no
pongas barreras, a que seas un paisaje llano y abierto como el
horizonte.
Cuando dos centros se encuentran entonces HAY AMOR.
El
amor es como un fenómeno alquímico, tal como si oxígeno e hidrógeno se
encontraran y permiten que entre ellos se encuentre una nueva fórmula,
el agua. Pero si no entra el uno en el otro, si no se unen, puedes tener
todo el hidrógeno o el oxígeno del mundo y también tendrás toda la sed
del mundo. De nada te servirá. La sed no se irá porque no habrá agua.
Afirmación positiva:
“RESPIRO HASTA MI CENTRO, HASTA MI CENTRO MÁS PROFUNDO, HASTA MI YO”
Qué es amor? Difícil pregunta de
responder, hasta hoy creo que nadie ha podido dar un preciso significado
de tan enigmática palabra. Amor, un sentimiento, un deseo, un anhelo,
una vida, una realidad, en fin son tantas las palabras que hemos intentado
emplear para describir algo que para mi es indescriptible.
Amor para mi es lo mas bello que a tu vida puede llegar, es querer, adorar,
y en ocasiones sufrir, amor es lo más maravilloso que Dios pudo
crear, experimentarlo es nacer, es vivir, es creer, es sentir una fuerza
superior que te impulsa, te motiva, te da la alegría para seguir,
es ternura inmensurable, es entregarte sin condiciones ni reservas, no
es un sueño ni una fantasía, es una realidad, es el comienzo
de un amanecer con su mirada y la oscuridad de la noche cuando deja de
mirarte, en fin amar es simple entrega total.
Amar es vencer todo obstáculo que pudiera impedir experimentar
este enigmático “sentimiento”, es dejar todo sin ir
en busca de nada, amar es aceptar, reconocer errores, perdonar, interminable
lista de cualidades que enreda la palabra amor, pero sin duda alguna,
amar es vivir.
El amor no respeta fronteras, se adueña de todo, de la conciencia
y hasta de tu forma de perder la razón, amar es compartir, amar
es una inmensidad, es felicidad que en ocasiones dibuja sufrimiento, amar
es alegrarme de su existencia, amar es libertad.
La palabra amar, es la mayor expresión de afecto que puedes ofrecer,
es para mí lo más difícil de explicar y demostrar,
una alegría incalculable, la luz que ilumina tu oscuridad, la fuerza
que a tu alma da de poder en pie continuar.
Innumerables ocasiones son las que acostumbramos utilizar esta palabra sin ni siquiera estar seguros de lo que en su totalidad es, interpretándolo aún así como un sentimiento o quizá como un valor, pero a pesar de todo ello sigo convencido con mi propia definición de amor, llegando a concluir que amar es vivir.
Innumerables ocasiones son las que acostumbramos utilizar esta palabra sin ni siquiera estar seguros de lo que en su totalidad es, interpretándolo aún así como un sentimiento o quizá como un valor, pero a pesar de todo ello sigo convencido con mi propia definición de amor, llegando a concluir que amar es vivir.
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